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  • Foto del escritorLaura Leoz Dramaterapia

INSIGNIFICANTE

En diferentes momentos de mi vida me he sentido insignificante. A veces por una pelea con un@ amig@ o un familiar, otras veces porque me he sentido ignorada en el trabajo o en mi vida social, o cuando algún proyecto en el que me he implicado al 100% no ha generado interés.


Sabía que esto mismo podía pasar cuando empecé a trabajar para impulsar la terapia Sésamo en España, tanto con la co-creación de Leyendas del Alma como con mi trabajo individual ofreciendo talleres, charlas y sesiones terapéuticas en el País Vasco.


Lo que nunca entró en mis previsiones, es que una pandemia global haría sentirme insignificante en un plano mucho mas profundo y existencial que simplemente en mis ambiciones profesionales, que también.


Aún más imprevisto es el hecho de que esta pandemia a nivel global ha hecho que esta sensación de insignificancia, de suspensión de la realidad y de ser sacudida lo comparten miles de millones de personas por el mundo. Eso hace que me sienta menos aislada en esta soledad en el mundo.


He descubierto nuevas maneras de conectar conmigo misma y con otr@s. He encontrado nuevas maneras de trabajar online, algo que nunca se me había ocurrido y que me parecía imposible pero ha resultado ser una experiencia enriquecedora que me permite aprender y expandir mi práctica profesional semana tras semana.


Todas las iniciativas que se han llevado a cabo durante este casi año que llevamos de confinamientos, distanciamiento social y ansiedad, me han hecho ver que el ser humano tiene muchas herramientas de solidaridad, generosidad, conectividad y apoyo. Tantos grupos, clases, celebraciones, proyectos y conversaciones que se han creado por y para diferentes personas y que se han ofrecido por generosidad, cuidado del otro y búsqueda de conexión.


Aunque estos grupos y estas experiencias me han ayudado y han sido un apoyo inimaginable, esa sensación de insignificancia sigue y no debo ignorarlo, pues me está intentando enseñar algo valioso.


No he llegado a entender exactamente qué lección me quiere demostrar, pero en una meditación creo que me he acercado un poquito más. Era una meditación de enraizamiento usando la imagen de un árbol.


Como árbol me vi en un valle como una mimosa pequeña pero creciente, rodeada de flores que abrazaban y daban calor a mi tronco. Miraba hacia arriba, a las cimas nevadas de las montañas sintiendo el frío pero también los rayos del sol y de esas flores que me abrazaban. Podía oír un río cerca y aunque no lo llegaba a verlo, sabía que estaba ahí porque sentía la humedad de la tierra en la que estaban mis raíces. El río fuera de vista pero una parte tan esencial de mi vida.


Mi sensación de insignificancia viene de mirar a las cimas de las montañas a mi alrededor y de la frustración de oír el río sin llegar a verlo. Pero tengo que prestar atención a que también siento el calor del sol y que tengo esas flores abrazándome, todas esas personas tan importantes para mí que buscan maneras de conectar conmigo como pueden.


También tengo que confiar en que ese río está, puesto que lo oigo y siento su humedad nutriendo mis raíces, fortaleciendo y profundizando las raíces que me van a permitir crecer con fuerza y abundancia. El hecho de que la mimosa sea insignificante para la nieve en la cima de la montaña no quiere decir que la mimosa en su ser sea insignificante.


Este tipo de meditaciones y reflexiones no son siempre fáciles. Revelan cosas para las que a veces no estamos list@s, a veces vemos parte del significado pero se nos escapa el significado completo (Como en mi caso con esta imagen de la mimosa). Pero siguen siendo importantes para conocernos y para empezar a despertarnos a nuestros procesos internos.


Si quieres explorar este tipo de autoconocimiento a través de imágenes, símbolos y metáforas, puede que la terapia Sésamo te ayude. Ponte en contacto conmigo para hacer una sesión de terapia online.


Un abrazo


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