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La semana que viene asistiré a una conferencia online sobre ansiedad y el papel que juegan la medicación, las toxinas y la enfermedad en esta condición cada vez más generalizada. La situación que estamos viviendo globalmente ha contribuído a una subida de ansiedad en gente de todas las edades, por lo que me pareció pertinente aprender más sobre cómo apoyar a clientes sufriendo con esta condición.
Leyendo en preparación para la conferencia, me ha sorprendido aprender que la nutrición puede jugar un papel clave en la ansiedad. Lo bueno es que nuestra nutrición es algo que podemos cuidar cada un@ en casa.
Lo difícil es que requiere un cambio de hábito, lo cual se nos suele hacer difícil, sobretodo cuando estamos padeciendo de ansiedad que nos empuja a buscar lo cómodo, lo conocido, lo que llevamos haciendo desde siempre puesto que nos da una sensación de certeza.
A veces eso que nos es conocido nos puede perjudicar, como no cuidar lo que comemos o mantenernos en relaciones tóxicas, ya que es algo a lo que nos hemos acostumbrado, a lo que asociamos una sensación de seguridad por que sabemos cómo va a ser. Cambiar de hábitos requiere fuerza de voluntad y cierta fe en que las cosas pueden cambiar a mejor, lo cual se nos es mucho más difícil en momentos de ansiedad.
Por lo que suele ser aconsejable no empezar con cambios radicales, si no con cambios pequeños. Por ejemplo, si vemos que este año estamos más ansios@s de lo normal, que este segundo estado de alarma nos está haciendo sentirnos más inciertos, puede que queramos mejorar nuestra dieta para cuidarnos, pero cambiar por completo lo que comemos todos los días es un cambio muy grande que en los días de ansiedad puede ser sobrecogedor y cuando volvemos a comer como antes nos hace sentir aún peor por la sensación de fracaso que puede conllevar.
Así que yo recomendaría empezar con pasos pequeños. Por ejemplo, estoy leyendo un libro sobre el papel de la nutrición en la ansiedad escrita por nutricionista Trudy Scott y el capítulo que más me ha interesado habla sobre la ayuda que pueden ofrecer las hierbas aromáticas en combatir los síntomas de la ansiedad. Una de las hierbas que más ayudan, sobretodo en la ansiedad provocada por estrés prolongado e incertidumbre, como puede ser el caso de una pandemia global, es el romero.
El romero es una hierba fácil de encontrar y fácil de incorporar a platos que ya cocinamos. Si tomamos más conciencia de ir añadiendo esta hierba en la comida o la cena de cada día es un cambio más manejable que cambiar todo lo que comemos de golpe, y poco a poco podremos ir dando pasos pequeños que no nos abrumen, que nos hagan sentir bien por que nos estamos apoyando a nosotr@s mism@s y nos puede ayudar a ir dando los siguientes pasos.
Esta semana os animo a cuidaros a vosotr@s mism@s y encontrar este tipo de cambios pequeños que podéis ir dando para ayudaros a gestionar estos momentos llenos de incertidumbre y cambio que estamos viviendo.
Un abrazo.
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