top of page
Buscar
  • Foto del escritorLaura Leoz Dramaterapia

ESTAR, SIMPLEMENTE ESTAR

Pasar por una situación difícil, sobre todo cuando es emocionalmente difícil, requiere procesar los acontecimientos, nuestras reacciones y nuestras emociones, para luego poder empezar a pensar en seguir adelante, dar el primer paso.


Según la filosofía Antroposófica de Rudolph Steiner, toda acción humana empieza como un pensamiento, una idea que a veces puede parecer que nos ha llegado desde fuera; desde el espíritu, dios, el inconsciente… Lo llamemos como lo llamemos, se crea primero en nuestra imaginación. De esa idea surgen sentimientos, sensaciones, y emociones, lo sentimos en nuestro interior y en nuestro corazón. Una vez que hemos asimilado esos sentimientos y emociones, podemos ponernos manos a la obra, trabajando, dando pasos y llevando a cabo esa idea inicial.


Si todo fluye, este proceso ocurre sin interrupción y sin darnos cuenta, es automático. Pero a veces hay bloqueos, tanto conscientes como inconscientes, entre un paso y el siguiente. Esa situación difícil que comentaba al principio suele necesitar mucho tiempo en la cabeza y el corazón, para ser entendido, aceptado e integrado para luego dar pie a un paso físico, a una acción.


En la sociedad occidental solemos darle mucha más importancia a este último paso; haz algo, muévete, encuentra una solución… Pero si no le damos tiempo a nuestra cabeza y nuestro corazón, se pueden quedar cosas sin resolver, escondidas, olvidadas, que en un futuro pueden volver a afectarnos.


Aunque entiendo esto en teoría, a la hora de apoyar a las personas de mi alrededor, e incluso a la hora de pasar momentos difíciles yo misma, se me hace difícil estar con alguien que necesita justamente eso, estar. Sin hacer nada, simplemente dándose el tiempo para estar en su cabeza y corazón.


La meditación que compartí la semana pasada, mirando lo que está en mi cuerpo, mi corazón y mi mente, me ayuda justamente a esto. Empezar desde lo que me es más familiar, mi cuerpo, mis movimientos, conectar con ese aspecto activo y conectar con el cuerpo plenamente se me hace más fácil, y desde allí voy conectando con mi corazón y mi mente.


Pero a la hora de apoyar a otra persona, debo tener en cuenta que cada un@ tenemos nuestra parte del proceso que se nos hace familiar y que para alguien puede ser mejor empezar por la mente o el corazón. Todo es cuestión de autoconocimiento y empatía, escuchar a la otra persona en su totalidad, no solo sus palabras, si no sus hábitos, formas de pensar y de actuar.


¿Cuál es la parte del proceso que mejor conoces? ¿Cómo te puedes apoyar a ti mism@? Y ¿Cómo puedes empezar a pedir el apoyo que de verdad necesitas?


Si quieres descubrir, profundizar o seguir trabajando estas respuestas, puede que la terapia Sésamo te ayude. Contacta conmigo si te interesa.


Un abrazo



9 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

VUELTA

bottom of page