UMBRALES

Cada vez que empezamos algo nuevo, llegamos al final de una etapa o al momento de un cambio significativo, nos pueden entrar todo tipo de miedos, incertidumbres y dudas. Estos son los momentos "umbral", los marcadores de un antes y un después en nuestra propia historia personal.

Es importante prepararse para estos momentos, teniendo en cuenta no sólo lo práctico que tengamos que hacer para hacer que ese cambio se dé, si no también poniendo en valor el peso emocional que conlleva el cruzar ese umbral.

La mayoría de estos umbrales viene cargada de emociones porque sabemos, aunque sea instintivamente, que no podemos volver a cruzar hacia el otro lado. Una vez que hemos dado el paso, no podemos volver atrás.

Eso conlleva dejar una zona de confort detrás y adentrarnos en algo más o menos desconocido, pero que siempre tiene un elemento de riesgo, un elemento de peligro. No es fácil dar estos pasos y, muchas veces, cuando se ignora la importancia emocional de un umbral, nuestro inconsciente se activa y nos impide cruzarlo.

Muchas veces a esto le llamamos nuestro saboteador interno, que es un nombre muy apto. Pero tenemos que reconocer que este saboteador interno es parte de nosotr@s y está causando esas interrupciones, retrasos y desvíos porque nos está intentando comunicar que no estamos list@s, que no hemos prestado suficiente atención emocional al cambio que viene.

Este proceso es diferente para cada persona, y no podemos saber cómo lo vivirá otra persona. A veces nos frustramos cuando vemos a alguien muy cerca de conseguir sus metas pero que en el último momento se hecha para atrás, o se le olvida algo importante que le impide dar el último paso.

En esos momentos, en vez de preguntar "Pero, ¿Qué has hecho?", puede que sea más apropiado preguntar, "¿Qué has sentido?".

Ahora mismo en España, como país, y en el mundo en general, estamos en el proceso de cruzar un umbral muy grande, el umbral que deja atrás el estado de alarma, que empieza a dejar atrás la pandemia de la Covid-19 y empieza a dar pie a esa nueva normalidad de la que llevamos hablando tanto tiempo.

Este paso es un paso muy grande, marcará un antes y un después no sólo en nuestra historia personal, si no también en la historia de nuestro país y nuestro mundo. Pero tenemos que darnos cuenta de que el paso es más que el mero hecho de cruzar la línea con los pies.

Es el decidir qué zapatos ponerte, atarlos, llegar a la puerta, girar la llave (si tienes la suerte de tener la llave, si no hay que ir a buscarla), abrir la puerta, dar el paso con el que los pies cruzan la línea y después hay que decidir si cerrar la puerta por detrás o no.

Entonces estamos list@s para seguir en nuestro camino. Todos estos pasos, hay que darlos conscientemente para asegurarnos de que no son movimientos automáticos que dejan atrás el plano emocional.

Mantener esa consciencia es difícil día tras día para cada persona, pero aún más difícil de hacer como una comunidad entera, un país entero, o incluso, como un mundo entero. Éste es el proceso en el que estamos ahora mismo, y cada país, como cada persona, está pasando por su propio proceso.

Por eso os invito a que empecéis a preguntaros a vosotr@s mism@s, "¿Qué siento?" a cada paso que deis individualmente hacia esta nueva normalidad y que os apoyéis a preguntar y responder entre vuestras familias, amig@s, conocid@s, vecin@s, compañer@s, etc. Porque cada grano de arena aporta a que se forme la playa.

Si tienes alguna pregunta o curiosidad sobre la terapia Sésamo, mándame un mensaje aquí mismo en la página web, sígueme en Instagram y/o Facebook (@Dramaterapia Laura Leoz) o únete al taller presencial que ofrezco este viernes en Izarpe en Donostia (más información e inscripción en mi web o en el 644581749).

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